sábado, 15 de abril de 2017

Dos años

He intentado empezar este post una y otra vez y en ninguna de las ocasiones, encuentro las palabras adecuadas para hacerlo, pero claro, la perfección no será la clave para decir lo que quiero decir así que me limitare a soltarlo sin pensarlo. 

¿Qué te voy a decir que no sepas ya? llegaste en un momento de mi vida bastante difícil, aún superándome a mi misma y luchando contra todo pronóstico, odiando el amor y sin plantearme una relación seria. Pero claro, siempre me rompiste los esquemas, desde aquella primera noche en el cine. Esa noche en la que no pasó nada "bueh querrá ser mi amigo" pensé. Pero no, jugaste muy bien tus cartas para hacer que la madrugada del día 15 de abril fuera totalmente inesperada, conseguiste hacer que me sintiera como en la mejor película romántica que habría existido hasta el momento. Que cariño le tengo a la plaza de derecho y a mi chupa de cuero de aquella noche y que aún conservo. La cosa siguió, pasaron días, semanas e incluso meses, y empezaste a despertar en mi, un sentimiento que había enterrado por temor a que me rompieran el corazón de nuevo. Recuerdo como nuestros ojos hablaban por nosotros, eran capaces de decir cuanto amor había en esa "amistad" pero ninguno tenía el valor real de soltarlo. Y me sorprendió que fueras tú en dar el primer paso, lo recuerdo como si fuera ayer. Rememoro una y otra vez la sensación de alegría y de miedo al escuchar un "te quiero" de tus labios que sentí aquella tarde. Aún noto como el escalofrío que me recorrió el cuerpo y el tembleque de mis piernas consiguieron que yo también me sincerara y tuviera valor para decirte que te amaba. Fue un momento muy romántico pero también, arriesgado. Tenía miedo. Miedo a que me hicieras daño, a que me partieras el corazón, a que jugaras conmigo. Pero creo, que por primera vez en años, dejé que éste,  no fuera el protagonista de mi vida. Conseguí dejarme llevar, no pensar en el futuro sino en el presente. Decidí darte todo lo que tenía y no preocuparme por el "qué pasará"

Cristian, me has cambiado la vida, te lo he dicho mil y una vez. Conseguiste abrirme los ojos con personas que yo creía mis almas gemelas. Lograste que me hiciera más y más fuerte. Has luchado para que comprenda que el amor no necesariamente tiene que doler. Se que no tengo que tener miedo de nada a tu lado, porque pase lo que pase, lo superaremos. Estás derrotando una parte de mi que detesto con toda mi alma, y me estás haciendo que sepa hacer las cosas como se deberían hacer. Me lo has dado todo, y se que seguirá siendo así mucho tiempo más. Eres la primera persona que decide compartir su vida a mi lado, que me escucha de verdad, que me tiene en cuenta, tanto mis gustos como mis miedos más temidos, ya te lo dije ayer. Eres alguien que me ha cambiado la vida. 
Hace un año exactamente, tú salías del bar y yo estaba en tu casa de Granada esperándote para darte una sorpresa, hoy, 365 días más tarde, estamos en Barcelona, en nuestra casa, nuestro pequeño refugio que hemos ido construyendo TÚ Y YO poco a poco. Hoy por hoy, nuestra relación ha pasado por algún que otro bache, es cierto, pero estamos creciendo tantísimo como pareja... creo que tanto tú como yo nos estamos encontrando realmente y no me puede gustar más esta sensación. De seguir juntos, tomando decisiones entre los dos, luchando por seguir hacia delante sin importar lo que nos pueda frenar. Persiguiendo nuestros sueños y aunque, sí que pensamos en el futuro, pero disfrutamos el presente más de lo que pudiéramos haberlo hecho en el pasado. Te quiero muchísimo Cristian, y sabes que ya van dos años pero, que yo seguiré enamorada de un día 15 y de un color.
¿Donde te desearé un feliz aniversario el año que viene? 

Te amo.
Ana. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario