viernes, 17 de febrero de 2017

Sin sentido #1

Me levanto. Mi garganta esta rota. Vuelvo a estar mala y eso me jode. De repente noto como mi cabeza se llena de frases hechas. Y es cuando empiezo a llorar y me tapo entera con la sábana. Vuelvo a despertar horas después, esa angustia sigue ahí y duele más. Oyes y sientes. Sientes y te derrumbas. No ves salida a tus problemas. Te sientes una inútil en todos los aspectos de tu vida. Consigues algo y pronto te lo echan por tierra. No vales nada. Para nadie. Das asco incluso hay quien desea humillarte mojandote la cara con su desprecio. No es justo. Vuelves a intentar despertar y luchas por levantarte de la cama y vuelves a notar cada hostia de realidad. Te sientes desnuda ante la vida misma y no eres capaz de seguir hacia delante. Realmente, poco hay que luchar. Miras la maleta y se te pasan miles de pensamientos por la cabeza sobre qué hacer y que no. Qué ganarías y qué es realmente lo que perderias. Que es lo que se espera de mi y cuanta decepción causa mi mera presencia. Estoy perdida en la cama, pues volví de nuevo, mis piernas flaquearon una vez más. Quiero cerrar los ojos y despertar pero no sentir que me ahogo o notar que no es necesario que siga luchando. Anoche me desnude de verdad e intenté ser clara. Estoy inundada de miedo y falsas esperanzas pero no sé que hacer ni a quien acudir pues creo que no merezco absolutamente nada más que la oscuridad que me proporciona meterme debajo de las sábanas.

jueves, 9 de febrero de 2017

Capítulo 6: pequeña reflexión mañanera

Cuando más lejos tienes algo, más lo necesitas. Más quieres tenerlo. O simplemente te paras a valorarlo. Quien sabe realmente lo que el maldito ser humano es capaz de ver o de sentir. Lo realmente importante es que seguimos sintiendo. Seguimos viendo la vida pasar y muchos, subimos al tren e intentamos ver donde nos depara el futuro. Lo más importante es llenar una maleta llena de ilusiones, de miedos también ya que nunca viene del todo mal ser precavido y no una cabeza loca. Es bonito llenar la maleta de sonrisas, de fuerza y de amor. Veo como el tiempo pasa, y juro que estos dos últimos años se han pasado tan rápidos... han tenido lugar decenas de acontecimientos y cuando bajé a Granada a hacer el examen, volví a recordarlos uno por uno. Mi facultad, mi pequeña y cutre facultad, aquellos pasillos donde corría mi ilusión, mi inexperiencia, aquellas clases y esos exámenes... y lo que siempre me gustará ver y pararme a pensar es aquella secretaria. Sí, se que soy algo pesada pero no paro de reflexionar qué hubiera pasado si yo aquel día no hubiera ido a reclamar una asignatura ¿qué hubiera pasado? no lo hubiera conocido ¿no? Hoy me miro y al ver donde he llegado, sigo sin entender por qué no soy capaz de reconocer mis hechos. Todos lo hacen por mi, pero yo misma no me doy cuenta de lo que he luchado para conseguir lo que tengo. Todo lo que he sufrido, las veces que he querido rendirme, la cantidad de errores que he cometido... es increíble. Tengo 24 años, 24 años ya. Me siento mayor y joven a la vez. Tengo toda una vida en la que tomar varias decisiones pero me estoy dando cuenta de que las últimas que he tomado, me están saliendo bien. Pero la que mejor me ha salido ha sido la de confiar ciegamente en él. Me encanta levantarme por la mañana y sentir sus besos en mi rostro, ahora él madruga y se va antes que yo, eso sí, nunca se le olvida darme un beso antes de irse o de decirme "tápate los ojos pequeña" para que no vea la luz encendida. O esperar en casa haciendo cosas y que él entre por la puerta con cara de cansado... disfrutar unas horas juntos hasta que yo me tengo que ir a trabajar. Es tan mágico que tras pasados 2 años siga sintiendo tanto por él... nunca me había pasado ¿quien me iba a mi a decir que viviría con 24 años en Barcelona con mi pareja? ¡nadie! no me lo creo ni yo. Creo que él ha conseguido que sepa acerca de mis elecciones en el futuro. Soy tan feliz de saber por donde quiero navegar ahora...